Mensaje del Exmo. Dr. Ali Abdussalam Treki
Presidente del Sexag¨¦simo cuarto per¨ªodo de sesiones
de la Asamblea General de las Naciones Unidas
con ocasi¨®n del D¨ªa Internacional de los
Cascos Azules de las Naciones Unidas
Nueva York
29 de mayo de 2010
Nos reunimos hoy para recordar y rendir tributo a los cascos azules de las Naciones Unidas que han ofrendado sus vidas por la causa de la paz y la seguridad internacionales. Rendimos tributo y expresamos nuestro agradecimiento tambi¨¦n a los cientos de miles de cascos azules que han prestado servicios durante a?os y que siguen prestando servicios bajo la bandera de las Naciones Unidas con gran distinci¨®n, profesionalismo, dedicaci¨®n y valent¨ªa. Con honor y abnegada dedicaci¨®n al deber, estos hombres y mujeres han estabilizado situaciones, mantenido la paz y llevado la esperanza de un futuro mejor a millones de personas atormentadas por un conflicto en todo el mundo.
Esta importante labor y estos logros cuestan grandes sacrificios. 2010 ha sido un a?o especialmente tr¨¢gico para los cascos azules y para el sistema de las Naciones Unidas en su conjunto. El devastador terremoto del 12 de enero en Hait¨ª tambi¨¦n cobr¨® la vida de 96 cascos azules de la Organizaci¨®n, la peor p¨¦rdida de personal que ha sufrido la Organizaci¨®n en toda su historia.
Empero, frente a esta gran adversidad, los cascos azules de las Naciones Unidas en Hait¨ª contin¨²an asumiendo su responsabilidad y trabajando incansablemente para ayudar a ese pa¨ªs y a su pueblo en los esfuerzos de recuperaci¨®n. Unos 9000 hombres y mujeres de uniforme est¨¢n garantizando en estos momentos la seguridad, despejando carreteras, patrullando, ayudando a restablecer los servicios b¨¢sicos para el pueblo haitiano y realizando muchas tareas m¨¢s. Gracias a los valerosos esfuerzos de nuestros cascos azules en Hait¨ª, hay esperanza y posibilidades para la recuperaci¨®n y para reconstruir tras una cat¨¢strofe de tama?as proporciones.
El car¨¢cter evolutivo del mantenimiento de la paz, con sus complejos mandatos que abarcan m¨²ltiples aspectos, ha planteado problemas de envergadura en la planificaci¨®n, el despliegue y la gesti¨®n de las operaciones de mantenimiento de la paz. El mantenimiento de la paz se tiene que emplear estrat¨¦gicamente, con mandatos claros y alcanzables apoyados con recursos suficientes en el contexto de un enfoque amplio de la paz y el desarrollo sostenibles.
No cabe duda de que el ¨¦xito de esta empresa depende de la voluntad pol¨ªtica y del apoyo de los Estados Miembros. En este sentido, la aportaci¨®n y el compromiso inquebrantable de los pa¨ªses que aportan contingentes son decisivos y de un valor incalculable. Por eso, en esta ocasi¨®n debemos reafirmar colectivamente la alta prioridad que tenemos que asignar a la seguridad y a la protecci¨®n de los cascos azules de las Naciones Unidas sobre el terreno. Es lo m¨ªnimo que podemos hacer por quienes mantienen la paz. En recordaci¨®n de nuestros h¨¦roes, de nuestros cascos azules, renovemos tambi¨¦n nuestro compromiso con los nobles objetivos de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas y con el objetivo com¨²n de fortalecer la capacidad general de mantenimiento de la paz para velar porque sigan cosechando ¨¦xitos.