Nisa, madre de cuatro hijos, tuvo que emigrar a Irán debido a las duras condiciones para la mujer en Afganistán. Después de algunos trabajos precarios, Nisa encontró empleo en una fábrica de fideos. Tras 20 años su familia regresó a Afganistán, donde, tras vender un preciado anillo, pudo abrir un negocio similar aprovechando su experiencia, Ahora, con el apoyo de , Nisa ha ampliado su pequeña empresa y y abrir un restaurante.