Una iniciativa de PNUD, apoyada por la Universidad de Oxford, en 50 países refleja el sentir de más de la mitad de la población mundial. ¿El resultado? El 64 por ciento de las personas encuestadas cree que el cambio climático constituye una emergencia global, a pesar de la pandemia de . La encuesta preguntó a los participantes si el constituye una emergencia global y si están a favor de políticas en seis ámbitos clave: energía, economía, transporte, agricultura y alimentación, naturaleza, y protección de las personas.
PNUD
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Guerreras que emprenden
La inclusión financiera es un concepto multidimensional que va desde el ahorro y el crédito, hasta los seguros y las remesas.
Personas y planeta en riesgo de colisión por las fracturas sociales
Cascos de vida
Como han mostrado algunos países, es posible establecer una defensa rápida y eficaz frente a una pandemia del calibre de COVID-19. Pero en muchos lugares, esto no ha sido así. Esta pandemia ha hecho mucho más que contagiar a las personas; ha dejado en evidencia dónde no hemos logrado corregir las desigualdades. Con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como guía, el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) a muchos países a recuperarse de manera justa y equitativa, con economías fuertes y resilientes al cambio climático.
Acción climática: 5 razones para ser optimistas
El Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) concibe y mide el progreso de forma diferente. En lugar de solo utilizar el producto interno bruto (PIB) como medida del desarrollo, clasifica a los países según su nivel de desarrollo humano: si las personas de cada país disfrutan de la libertad y la oportunidad de llevar la vida que desean. El defiende que la y el empoderamiento de las personas pueden impulsar medidas para que vivamos en equilibrio con el planeta y en un mundo más justo.
Los pequeños Estados insulares en desarrollo no tienen el lujo del tiempo
COVID-19 podría aumentar la pobreza extrema a más de 1.000 millones en 2030
En este podcast: La crisis del COVID-19 podría llevar a la pobreza extrema a 207 millones más de personas; , se acaba el tiempo para evitar una hambruna, alertan agencias de la ONU;
Una serie de que se enfrentan a grandes desafíos y reformulan el concepto de desarrollo del siglo XXI.
COVID-19, y las consecuencias de las medidas para intentar mitigar la pandemia, han dejado en América Latina un panorama sombrío: millones de casos y cientos de miles de muertes, empleos en caída libre, aumento del hambre y la pobreza y hasta una agudización de la violencia de género.
El impacto económico y social causado por la COVID-19 se está agravando; pérdidas de puestos de trabajo, quiebras, el enorme impacto en la pequeña y media empresa, la contracción del PIB, cambios en el comportamiento del consumidor. Una serie de repercusiones que se hacen más evidentes a medida que la pandemia se prolonga. Para amortiguar el daño que esta situación está causando, a muchos países a introducir cambios que garanticen una transición justa y equitativa hacia una economía limpia. ¿Pero cómo? Mediante la revisión de la gobernanza, la protección social y el fomento de lo digital.